Toya volvió de la muerte

Publicado por Igor Cabrera

Era primer domingo de mes y la iglesia estaba llena a reventar, yo me encontraba en uno de los corredores laterales donde varias personas se encontraban paradas en las ventanas tratando de escuchar el sermón, debido a que dentro no cabía un alfiler. De pronto una hermana me pide ayuda porque otra señora se estaba desmayando, rápidamente tomé a la señora que se desmayaba por el brazo y la llevé junto a su esposo al aula de los adolescentes que era el lugar vacío más cercano y ventilado.

Una vez la hermana se encontró sentada en un pupitre salí a buscar ayuda, mientras oraba algo como ‘Señor no permitas que ocurra nada grave, y menos mientras estoy de servicio’, esas oraciones que uno no medita mucho. Encontré un hermano que es quinesiólogo y le pedí que me acompañe, al entrar al lugar donde había dejado a la hermana, esta se encontraba tendida en el piso, el quinesiólogo le tomó el pulso y me dijo, ‘hermano vaya y busque al cardiólogo esta señora está con presión cero’ sin dejar de orar busqué a un hermano que es cardiólogo y lo llevé, pero al entrar sentí la presencia de un espíritu inmundo (es algo que no puedo explicar), junto con migo enteró una de las intercesoras y juntos comenzamos a orar y reprender mientras los doctores trataban de hacer algo. La intercesora me preguntó ‘¿Cómo se llama la señora?’ yo que no sabía le pregunté al marido quien nos dijo ‘Se llama Toya, Victoria’. Junto con la intercesora empezamos a llamarla por su nombre y le ordenamos en el nombre de Jesús que se levante, y se levantó.

Al domingo siguiente encontré a Toya y su marido y ella me contó que había ido al médico y este le dijo que había tenido una embolia, y que lo que le pasó era como para que estuviese muerta, pero que sorprendentemente está sana, más sana que antes porque hasta su piel que era toda manchada fue limpia y tersa.

No hay imposibles para Dios