Dios las salvó de morir

Publicado por Igor Cabrera

Este es el testimonio de Marisol, a quien el Señor salvó de morir en un terrible accidente el sábado pasado y luego sanó de una fractura en la clavícula y en la roilla. Ahora está completamente sana

De: Marisol Parra [mailto:marisolpc69@hotmail.com]
Enviado el: jueves, 29 de noviembre de 2007 09:37 a.m.
Asunto: Dios nos salvó

Cristo salvó la vida de mi hija y la mía

Queridos amigos, quiero contarles un testimonio de vida en la que el diablo intentó matarme pero Cristo nos salvó.

Como sabrán, hemos regresado a Santa Cruz hace un mes más o menos y desde que llegamos nos pusimos en la brecha de continuar la obra que el Señor nos dio con un pequeño grupo agarrando primeramente lo que tenemos más a la mano: La familia. Por otro lado tuvimos algunos problemas con el tema de nuestra estadía, ya que nuestra casa está alquilada pues la idea era quedarnos más tiempo en la ciudad de La Paz. Varios parientes y amigos nos ofrecieron hospedaje hasta recuperar nuestra casa, sin embargo y para no andar errantes de un lugar a otro llegamos a la casa de mi madre desde donde les escribo este mensaje.

La primer noche ya sentí presencia demoníaca en los pasillos y muy especialmente en el que es nuestro dormitorio, ya que no me dejaron dormir toda la noche (pasos, susurros en el oído, sombras, ruidos raros y varias cosa más que solo yo percibí, siendo que estaba acompañada por mi esposo y mi hija); así que me puse en campaña de buscar ayuda para hacer una liberación. Me contacté, gracias a mi hermano, con unos hermanos de la iglesia cristiana Casa de Oración los cuales vinieron y oramos, pero no se limpió toda la casa ya que estaba llena de imágenes que pertenecen a mi madre y es ella quien tiene que destruirlas (ella no es cristiana), por lo tanto solo limpiamos el sector que estamos ocupando.

Por otro lado estamos participando de un ayuno de 15 días de mucho poder en Casa de Oración, pues de ayuno el Señor nos mandó a La Paz y de ayuno retornamos, con la intención de seguir recibiendo la instrucción del Poderoso.

El sábado pasado estuvimos en la reunión del grupo que estamos formando y el Señor nos dio una palabra tremenda Rom 1, 16,17 “Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que pone en acción su fe; al judío primero, y también al griego. Porque en él se revela una Justicia de Dios de fe a fe, como está escrito, Pero el justo vivirá por fe”.

Fue algo desafiante para cada uno de nosotros y muy revelador para nuestras vidas porque hablamos del poder de Dios en nosotros y cómo podemos tomar ese poder por medio de la fe, qué significa tener fe y cómo mostrar nuestra fe por medio de la obediencia manifestada en el amor, es decir en los hechos. Después de analizar el mensaje tuvimos oración y ministración donde tomamos posesión de ese poder y declaramos rota toda atadura del enemigo que nos haga sentir débiles o con vergüenza o inferiores a los demás, en ese momento el Señor me reveló presencia demoníaca a través de uno de los que estaban presentes el cual me miró y me amenazó con la mirada, yo lo ignoré porque sentí temor…

Salimos de la reunión y fuimos con mi hija Sarita a dejar a Tito, mi esposo, a la Terminal en mi vehículo (Jeep toyota) pues él debía tomar un bus para viajar esa noche a La Paz. Cuando regresaba a casa con mi pequeña dormida a mi lado, en inmediación del Segundo anillo y Santos Dumont una movilidad me impactó fuertemente al lado derecho lo cual hizo que mi vehículo diera dos vueltas y cayera volcada en el pavimento, a mi hija la sacaron por la ventana sin un solo rasguño, pero mi pierna quedó atrapada con el vehículo y no me podían sacar, así que tuvieron que desvolcar el jeep y esto ocasionó que se golpeara mi obro y fracturara mi clavícula. Me sacaron y llevaron al hospital, al verme los médicos dijeron que tenía la pierna deshecha y la clavícula fracturada, pero Tito, que se bajó de la flota para estar con nosotros, oro por mí y el Señor hizo un milagro: al sacarme la radiografía no había ni una sola fractura, los médicos no podían creer!!!!

En su desesperación, mi esposo no podía creer que mi hija no tenía nada pues entró como arrasando hasta el donde nos tenían atendiendo en el hospital que cuando Sarita escuchó su voz saltó de la cama de rayos X y con voz fuerte y segura le dijo: “papá, el Espíritu del Señor me protegió” y recién vi a Tito volver a sus cabales porque de mí sabía que unos golpes por mas duros que estos sean se sanarían pero no creer que en semejante accidente Sarita saliera ilesa, solo la mano de Dios.

Nos quedamos esa noche en el hospital para observación, al día siguiente en la noche nos dieron de alta, pero yo no podía mover mi brazo.

A los dos día (martes 27) fuimos al ayuno de Casa de Oración y en medio de la alabanza el Señor me curó completamente el brazo que tenía afectado por el golpe en la clavícula. Gloria a Dios!!!

Esto les escribo para que sean concientes de que estamos en guerra y nuestra lucha no es contra carne ni sangre, es contra uestes espirituales y principados demoníacos, y que estos nada pueden hacer en nuestra contra porque somos más que vencedores a través de Cristo y solo por él; y por más que estos inmundos intenten hacernos daño, El nos cuida como a la niña de sus ojos.

Quiero también confesarles que esa noche de la reunión yo abrí una ventana al dudar y tener miedo por ese ataque que recibí, pero Cristo guardó nuestras vidas en el hueco de su mano, el nos protege en todo momento, pero tenemos que luchar, huyendo no evadimos la pelea no nos vamos a escapar de la batalla, tenemos que enfrentarla.

Un abrazo hermanos los amamos mucho en el Señor y siempre los tenemos en el corazón.

Marisol

Así mostró su amor para con nosotros que siendo aún pecadores, Cristo murío por nostros para que tengamos vida y vida en abundancia Jn 3,16

Marisol Parra Cabrera




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